¿Cómo cuidar nuestra salud renal durante las festividades de fin de año?

Artículo redactado por: Nutricionista renal Andrea Muñoz Fuentes

 Es innegable que la conciencia y el autocuidado, en relación con nuestra salud, ocupan un lugar destacado en nuestras vidas, especialmente, cuando se acercan fechas festivas que suelen venir acompañadas de posibles desequilibrios alimenticios.

Cuando nos referimos a la salud renal, es aún más crucial ser conscientes de nuestros hábitos para evitar afectar negativamente las diversas funciones vitales que desempeñan estos órganos en nuestro cuerpo. Estas funciones incluyen la eliminación de toxinas de la sangre, el mantenimiento del equilibrio hídrico, la regulación de sustancias químicas como sodio, potasio, calcio, fósforo y bicarbonato, el control de la presión arterial y la contribución a la actividad de la vitamina D, esencial para la salud ósea y cardiovascular, entre otras.

La enfermedad renal crónica a menudo se considera silenciosa, y los síntomas pueden aparecer cuando el daño renal está avanzado. Por lo tanto, es crucial mantener un control constante mediante exámenes de sangre y orina para evaluar el estado de salud de nuestros riñones y del cuerpo en general.

Ahora bien, ¿qué podemos hacer para disfrutar de las festividades sin comprometer nuestra salud?

En primer lugar, es esencial tomar conciencia y comprender que nuestras elecciones alimenticias son fundamentales para nuestro bienestar. La alimentación basada en plantas ha ganado popularidad debido a sus múltiples beneficios para la salud y el medio ambiente. Este enfoque sugiere que al menos el 50% o más de nuestros alimentos provengan de fuentes vegetales, reduciendo al máximo el consumo de alimentos de origen animal y ultraprocesados.

Numerosos estudios respaldan los beneficios de esta dieta en la salud renal, reduciendo la carga sobre los riñones, la producción de toxinas urémicas, mejorando la presión arterial, controlando la glucosa y beneficiando el estado nutricional general.

Incorporar diariamente más vegetales, frutas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas, obtenidos preferiblemente en ferias y mercados, en lugar de carnes, embutidos, lácteos, harinas refinadas y productos ultraprocesados, puede marcar una gran diferencia. Esta tendencia alimentaria ha ganado impulso a nivel mundial, facilitando el acceso a alimentos menos procesados y más naturales, antes excluidos por la dieta occidental.

La invitación es -más que seguir una dieta específica- a tomar decisiones conscientes al adquirir alimentos y planificar las comidas, acercándonos a la esencia de una alimentación nutritiva. Esto no solo contribuirá a cuidar nuestra salud física, sino también a nuestro bienestar emocional.

En conclusión, al incluir más vegetales en nuestros platos, frutas en nuestros postres y mantener una adecuada hidratación estaremos, sin duda alguna, cuidando nuestra salud y la de nuestros seres queridos también.